Desaparecer I

“Yo prefiero ver a un joven protestando que a un joven con desesperanza; yo prefiero ver a un joven que se expresa, manifiesta, incluso rompiendo cánones y reglas, que en todo caso a los adultos nos toca conducirlos”, eso dijo Narro hace más de dos años cuando el país entero fue 132.

El hasgtag inició con la manifestación pública que hicieron 131 de estudiantes de la Universidad Iberoaméricana de la Ciudad de México. De manera viral este video se propagó en las redes sociales y comenzó así uno de los más importantes movimientos hecho por jóvenes en este incipiente siglo XXI. El espíritu de resistencia buscaba crear consciencia a nivel nacional sobre los peligros de que el PRI volviera a tener la presidencia -aunque los otros dos presidente panistas no lo habían hecho mejor- el símbolo del retorno ponía en alarta a muchas, a muchos.

Tal vez pocos imaginabamos que sólo se necesitaba un granito de arena para mover la inercia que estaba atrapando a la mayoria de los jovenes mexicanos. Quizá muchos habiamos seguido el movimiento de los indignados, la primavera árabe y veíamos  lento el sentir de los nuestros pero nomás. Quizá en ese momento sólo era el centro del país, pero había comenzado la primera unión de estudiantes  del siglo XXI.

A pesar de todo lo que el movimiento #132 género, Peña Nieto ganó la presidencia en 2012, poco a poco esa derrota nos pegó en lo profundo del corazón a quienes conociamos la historia del dinosaurio.

Por segundo viernes y por segunda vez vuelvo a escribir. Me estoy uniendo al movimiento de las memorias, sin más. Hace más de 6 meses, así nomás comenzaron a llamar "desaparecidos" a  43 jóvenes de Ayotzinapan. ¿Cómo puede alguien desaparecer así nomás?, ¿cómo quieren que creamos eso si desde del 68 nos quedó claro que significa desaparecer en México?, pero lo peor y más grave es saber que no sólo son 43, qué no nada más son hombres, sino que existe una lista indescifrable de mujeres que de la noche a la mañana han secuestrado y desaparecido.

Es claro que la guerra del narco ha sido la excusa para justificar tantas y tantas desapariciones en el país, ha sido el argumento para no buscar y encontrar, ha sido la mentira más grande para justificar crímenes de Estado.

Desde un enfoque de Derechos Humanos, las ciudadanas y los ciudadanos no deberían tener miedo u odio hacía el gobierno o policias. La Justicia debería ejercerse desde el reconocimiento de la libertad humana. El ejercicio de su trabajo debería hacerles saber que tiene que respetar derechos y asumir  responsabilidades, pero cómo lo van a hacer si la misma policia desconece sus derechos humanos.  Se han convertido en sus propios verdugos, obedeciendo y ejecutando un trabajo, ¡vaya trabajo!

 Me quedo hasta aquí por hoy, dejo este enlace para seguir hablando de la memoria:

http://www.animalpolitico.com/2015/03/el-monstruo-de-las-montanas-un-cortometraje-sobre-el-caso-ayotzinapa/



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