Y una vieja canción regresa

Cuando se pierde, cuando el peso del recuerdo se hace como aquel libro que tanto nos gusta, ese que un día leímos en diferentes momentos de nuestra incontrolada vida, a quién no le duele La insoportable levedad del ser, y aún viendo Los libros de Prospero no dejo de pensar en la historicidad de nuestra memoria colectiva, esa que creamos hace unos instantes.

Quiero caer en los lugares comunes, escuchar Tracy Chapman y llorar seco, para que las lagrimas no sean percibidas, que total el que dirán nunca me ha importado, pero que sepan que lloro por aquello que se ha perdido, es darle la victoria a mis enemigos, y mira que la Melancolía siempre ha sido mi mejor aliada cuando de escribir se trata.

La cajita de Pandora ando por allí y por más que lo intenté la Esperanza no se asoma todavía.

Ayer mientras cenaba, ya sabes que para mí la comida fuerte es en las noches y más cuando una buena botella de vino o cerveza me acompaña, mientras el arroz integral y los pimientos envueltos en queso se combinaban con una salga de ajonjolí y hierbabuena, soñaba que venías del Caribe a la montaña, no es amenaza pero creo que la humedad me esta enmoheciendo y las alergias necesitan del sur el sol de invierno.

Por acá los cosos innombrables de repente y no a menudo tocan a mi mundo distraído y apartado del caótico que esta afuera, mientras poco a poco los Chewbacas se olvidan a pedazos, yo no dejo de escribir memorias en mares de infinita irreverencia.

Tengo que regresar a la realidad y aunque mi desprendimiento me aleje tomo una bocanada para regresar al fondo a tejer sweaters o chambritas de coral y a buscar caracolas.

Besos

Swimming Pool