Oda a los tomates

Fui cuidadosa, trate siempre. Agua, abono, tierra, aire, sol y sin embargo el espacio ganó... No hay ruido, no hay sombras, ¿Demasiado libre? Las casas son un momento, representantes de la vida, pero no son la vida. Fui cuidadosa, trate siempre. Me hubiera gustado ser tomate o tal vez albahaca mediterránea, pero eso me hubiera hecho estar plantada y alejada, prefiero ser semillas, no una sino muchas. Fui cuidadosa, trate siempre. Así, esparcidas, jamás sienten apego a la Tierra, no obstante se adhieren a ella como la sangre a las venas. Fui cuidadosa, trate siempre. No muere la planta, solo los frutos no llegan y en las hojas las historias se quedan, tristeza viviente ¿qué hacemos ahora? Fui cuidadosa, trate siempre. Los fractales no se acostumbran, tiempo llevará resolver tantas dudas. No pasa nada, amor siempre habrá, afecto y nostalgia ni se diga, solo nos duele encarnar la frase: lo intentamos. Fui cuidadosa, trate siempre. A veces no se puede, a veces se lastima, a veces nos lastiman y otras lastimé. No sé, quizás no seré nunca la imagen que buscabas, a pesar de eso las olas del apego vuelven a golpear el rostro de los anhelos... Fui cuidadosa, trate siempre. Ojalá nos hubiésemos podido cuidar como esos verdes tomates, que el color dorado nos hubiera llegado con el otoño sol de invierno y que del rojo nunca nos hubiéramos apartado🍅 Con amor siempre, con amor siempre, con amor siempre...

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