Tuvalú juega a inventar la rueda, muchas veces lo consigue y otras sólo consigue deshacerse de ella y cuelga entre enojos las dos toallas.
¡Cuánto has crecido! Si aún te recuerdo tan chiquito y tan bonito pequeño
Tuvi, te quiero tanto que hasta me olvido de tu mal humor, pareciera que la
esterilización no te quitó lo testarudo, testosterona te sale de a montón cada
vez que te veo retando a los otros machos.
Tuviño, como te dice Joaquín quien te cuida en los terrenos lejanos de los
vecinos, eres el aprendiz de jardinero que nació en el D.F., que lo entregaron
en Taxqueña, que se fue para Cholula y vio quitar pasto y sembrar flores y un
día regresó a la Capital para encontrar un edén en la Ciudad.
Entonces Tuvito te duermes conmigo y buscas como bebé la tetilla de la madre, no consigues más que un dedo, dedo que te sabe a gloria, dedo que muerdes,dedo que te chupas con tanto gusto que hasta la baba se te escurre.
Careli López-Falfán
Careli López-Falfán
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