Espera

Cuando nació tenía un espacio y un lugar, un tiempo... ¿era la esperado y lo amado? No busco y no arrebato nada. Sólo y únicamente fue. Pero nacer la convirtió en aquí y ahí comenzó todo.

Una luz marcaría el torrente que desbordaba la inmensidad de la mar que en sus ojos pronunciados existía. Esos ojos cuya calma no siempre conseguiría y a la que el mundo jamás se acostumbraría. Era se convirtió en Es.

No hay un porqué, ni un quién que impidiera contemplar en la soledad la belleza o la tragedia. Esa búsqueda, ese encuentro le dió un obtener.

Hoy hace un año que había notado el momento en que las estrellas bailaban en una noche fría, como singularmente suelen ser las de invierno. Cada instante que pasaba correspondía a la armonía cósmica. Miraba con respeto la noche, pero no dejaba de pensar que sería de ella el día que ya no existieran más. Había crecido con la imagen de un cielo, de una luna creciendo y desapareciendo cada ciclo mensual.

Estaba demasiado agotada para continuar imaginando lo que sin duda hoy no ocurría, el fin del mundo aun no llegaba. Fue a su cuarto, se encontró en una habitación sin habitante y extrañó las noches de calor que hubo hace dos meses cuando su vida compartía otro ritmo, entonces tuvo que buscar el suelo antes de que su pierna se cansase.

Durmió para olvidar y no buscar más recuerdos en el alma...

Comentarios

Entradas populares